Manteniendo la heladera llena y en orden
En la última entrada hablamos sobre los permisos en Linux, con los comandos chmod y chown que nos ayudan con quién puede qué. Hoy vamos a adentrarnos con cautela en la gestión de paquetes en Linux.
Te invito a imaginar que tu sistema operativo es como una cocina. Bueno, Linux es ese chef profesional que tiene todo organizado en frascos etiquetados, pero… si no sabés dónde están las cosas, podés terminar friendo tornillos en vez de milanesas.
Por eso existe la gestión de paquetes, una herramienta clave para instalar, actualizar, buscar y borrar programas sin que te explote el horno.
¿Qué es un paquete?
Un paquete no es algo que te deja el cartero ni una promo del súper. En Linux, un paquete es un archivo que contiene todo lo necesario para que una aplicación funcione: código, metadatos, instrucciones, y a veces hasta un par de recetas para que no se le queme nada al sistema.
¿Y la gestión de paquetes?
Es el sistema que se encarga de instalar esos paquetes, actualizarlos, resolver dependencias (esos otros programas que necesita uno para andar), y mantener todo limpio y ordenado.
Es como tener un almacenero digital, que te consigue lo que necesitás, sabe qué le falta a tu heladera y no te deja meter mayonesa en el congelador.
Los grandes protagonistas: APT, YUM y SNAP
APT (Advanced Package Tool)
Usado por distribuciones basadas en Debian, como Ubuntu y Linux Mint. APT es el almacenero del barrio que ya te conoce, te anota todo en la libreta y sabe qué fideos van con qué salsa.
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Comandos clásicos: apt update, apt install, apt upgrade
YUM (Yellowdog Updater Modified)
El gestor de paquetes de distribuciones como CentOS, Red Hat y Fedora (aunque en estas últimas ya está siendo reemplazado por dnf, pero ese es tema para otro día). Es como el mayorista: te da todo, pero te habla más formal.
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Comandos típicos: yum install, yum update, yum remove
SNAP
Este es el nuevo vecino hipster que viene con sus propios tuppers. Snap instala aplicaciones empaquetadas con todo adentro, sin depender tanto del resto del sistema. Ideal para cuando querés algo rápido y sin drama, aunque a veces ocupa más espacio.
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Comandos comunes: snap install, snap refresh, snap remove
¿Cuál uso entonces?
Depende de tu distro. Como en Argentina con las empanadas: en Tucumán se hacen de una forma, en Salta de otra, y todas juran tener la receta verdadera.
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Si usás Ubuntu, lo más probable es que uses APT y SNAP.
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Si estás en Fedora o CentOS, usás YUM o DNF.
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Algunas distros tienen sus propios inventos, como pacman en Arch, pero eso lo vemos en otra vuelta, no nos llenemos con guarniciones.
Lo que se viene
En las próximas entradas vamos a ir metiéndonos con cada uno: cómo se usan, trucos de parrillero, errores típicos, y cómo no romper todo con un apt purge mal tirado.
Nos leemos en la próxima…
Tuxnauta.