Apps universales al estilo container
Hoy vamos a desmenuzar un toque algo que seguro escuchaste por ahí si andás en el mundo Linux: ¡los Snaps! Y sí, para los que recién empiezan, esto puede sonar super complejo, pero tranqui, que acá te lo explicamos de una manera más detallista que fan de Star Wars detectando errores de continuidad. Como todos los días te invito a que te pases por el las entradas anteriores para que puedas revisar lo que ya cubrimos hasta ahora. Pero ahora si nos zambullimos por completo en los SNAP en Linux.
La posta de los Snaps: ¿Qué son?
Snap (antes conocido como “Snappy”, porque todo suena más cool con una Y al final) es como el Pokémon evolucionado de los gestores de paquetes. Fue creado por Canonical (los de Ubuntu) con la idea de que el mismo paquetito funcione en todos lados: compus, la nube, la heladera inteligente, o el lavarropas que te canta cuando termina. Los paquetes se llaman “snaps”, y la herramienta que los maneja es snapd, que está al firme en un montón de distros. ¿La idea de los SNAP en Linux? Que el software se despliegue por todo el ecosistema Linux. ¡versátiles, resistentes y van con todo!
¿Qué lo hace distinto?
- Funciona en muchas distros (no solo Ubuntu)
- Cada app viene con todo lo que necesita (no rompe nada)
- Se actualiza automáticamente (tipo app de celular)
- Podés tener varias versiones instaladas (¡hermosura!)
Siempre hay un “pero”
Como en todo en la vida, no todo es color de rosa. Algunos usuarios le encuentran la vuelta a los SNAP en Linux por estas cositas:
- Ocupan más espacio: Al traer todas las dependencias, un Snap suele ser más grandecito que una app instalada de la forma tradicional. Es como llevar una valija llena para un viaje corto.
- Pueden ser un poco más lentos al inicio: La primera vez que abrís un Snap, puede demorar un toque más. Después ya arranca al toque, pero la paciencia no es el fuerte de todos, ¿viste?
- “Sentimiento de caja”: Algunos puristas de Linux no les gusta la idea de que las apps estén tan “encapsuladas” y prefieren tener un control más granular. Es como querer armar vos la parrilla en vez de comprar la carne ya envasada.
¿Cómo se usan los SNAP en Linux? ¡Facilísimo, che!
La mayoría de las distribuciones Linux que soportan Snaps ya tienen el “snapd” instalado. Si no, lo instalás con un comando y listo. Para buscar e instalar un Snap, es una papa:
- Para buscar: snap find <nombre_del_programa>
- Para instalar: sudo snap install <nombre_del_programa>
- Para ver qué tenés instalado: snap list
- Para actualizar todo: sudo snap refresh
- Para desinstalar: sudo snap remove <nombre_del_programa>
En resumen, ¿los Snaps son para vos?
Si sos de los que quieren instalar algo y que funcione sin andar metiendo mano, ¡sí! Si sos un desarrollador y querés que tu app llegue a más gente sin dolores de cabeza, ¡también! Si sos un purista de Linux que le gusta tener el control de cada bit y byte, quizás te haga un poco de ruido.
Pero en definitiva, los Snaps son una herramienta más que tenemos en el universo Linux para que todo sea un poquito más fácil. Así que, si todavía no le diste una oportunidad, animate. ¡No muerde!
Nos leemos en la próxima
Tuxnauta.